LA VEJEZ YA NO ES LO QUE ERA. ¿POR QUÉ ESTA COLUMNA?
“La vejez es tiempo de practicar la sabiduría.”
Permítanme presentarme: soy Rafael, médico y cirujano toda mi vida, amante de los libros
y con una debilidad: no puedo ver una página en blanco sin imaginar cómo la puedo
llenar; esto es ahora más fácil en la computadora, pero la pantalla en blanco es
igualmente desafiante.
¿Y qué escribo?, puedo decir que de muchas cosas, mi profesión, los problemas de la
medicina, los avances en las ciencias, pero si reflexiono un poco, escribo sobre la vida
misma, la maravilla de estar vivos, los avances que surgen día con día que nos permiten
vivir mejor, y ahora, cuando los años se acumulan, me ha interesado cada vez más la
vejez, esa maravillosa época de la vida en la que se ve el mundo como desde la cima de
una montaña y se aprecia el atardecer.
¿Y por qué escribo?, porque tengo pasión por la vida, nada más, nada menos.
Como médico, en mis poco más de 50 años de ejercer la medicina he podido conocer y
admirar los avances que tiene la ciencia, que cambió y cambia cada día nuestras
expectativas de vida. Para dar un ejemplo, cuando yo era niño, presencié en el consultorio
de mi padre, -por haber abierto equivocadamente la puerta de su consultorio-, una
sangría, que hacía mi papá a un individuo obeso y que respiraba con dificultad;
aterrorizado por ver la sangre que corría de un tubo que estaba en su brazo a un
recipiente, cerré de inmediato la puerta; poco después me explicó mi papá que ese señor
tenía un ataque agudo de presión alta y había perdido el conocimiento, y al extraer un
poco de sangre de su organismo, bajó la presión arterial, el individuo se despertó y se fue
tranquilo a su casa. Esta enfermedad, hipertensión arterial, se cura hoy con una pastilla y
millones de individuos viven bien controlando esa enfermedad.
Y desde hace años me di a la tarea de encontrar qué es lo que ha permitido que nuestra
expectativa de vida, que era poco más de 40 años hace más de medio siglo, sea ahora de
más de 75 años; y todo lo que encontré, -y sigo encontrando-, lo recopilo constantemente
y cada día más me convenzo que la Vejez ya no es lo que era, y que hay información
suficiente que nos permite confirmar que, si aprendemos cómo debe ser nuestro
envejecimiento, conocemos nuestro cuerpo, cambiamos algunos de los muchos mitos que
hay respecto a la vejez, adoptamos estilos de vida saludables, y sobre todo somos activos,
esos años serán los más felices de nuestras vidas.
Y es que la salud integral y la actividad productiva son el secreto de una vida plena en
nuestros años viejos, y daré otro ejemplo: mi padre fue médico, el pionero de la Medicina
Preventiva en México, y a los 70 años, ya jubilado, comenzó a declinar, comía mal, dormía
mucho y estaba deprimido. Varias veces lo invité a que escribiera sus memorias, y a los 71
años decidió llamar colegas y alumnos, e hizo el libro Salud Pública y Medicina Preventiva,
que para su sorpresa fue pronto libro obligado en las escuelas de medicina y enfermería
de todo el continente americano, así como España. A los 80 años le solicitaron que hiciera
una segunda edición, corregida y aumentada, que siguió siendo éxito de librería; una
más,la tercera, a los 88 años, incluyó los últimos avances en esa disciplina, y a los 93 años
le pidieron que hiciera la cuarta edición, que no terminó porque murió a los 95 años. Esos
25 años de buena vida se los debió a su actividad, a que olvidó la apatía, la abulia y la
depresión y siguió siendo activo hasta el último día.
De eso voy a hablar contigo, estimado lector, que puedes ser un viejo o una viejecita, o un
joven que quiere saber cómo llegar a viejo y ser feliz; hablaremos de la salud, de las
formas como puedes cuidarla, de los mitos que hay acerca de la salud de los viejos, de la
forma como la prevención puede evitar riesgos y enfermedades, y la importancia de
seguir vivos, plenamente vivos, todos los días de nuestra vida.
La filosofía de IMENA es esa, lograr que los mexicanos puedan tener un envejecimiento
exitoso, saludable, activo, y que haya cada vez más profesionales de la salud que se
interesen en promover ese estilo de vida que lo merecemos
En los próximos números escribiré sobre los mitos y consejas que hay acerca del
envejecimiento, desde los griegos y romanos, los aztecas y los mayas, hasta nuestro
tiempo; si conocemos las verdades y desterramos los mitos, nuestra vejez será mejor.
Quiero hacer una observación: no me gusta la palabra adulto mayor, o adulto en plenitud,
persona de la tercera edad; la palabra viejo es hermosísima, encierra en cinco letras toda
una vida de triunfos y fracasos, alegrías y tristezas, y un maravilloso tesoro de sabiduría.
Dicha con propiedad, la palabra Viejo es un elogio que merecemos por serlo.
Gracias por leerme.

Rafael Álvarez Cordero.