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INTERVENCIÓN NO FARMACOLÓGICA DEL DOLOR EN EL ADULTO MAYOR

Actualizado: 15 jun 2021

Lic. en Psicología Susana Contreras Barrera.


La atención del dolor ha sido objeto de diversos estudios clínicos debido a su prevalencia en personas mayores. En el presente documento se aborda la definición y se hace una propuesta para el tratamiento no farmacológico del dolor crónico.


El dolor es considerado como la manifestación de una enfermedad, sin embargo, el dolor crónico se presenta en conjunto con emociones como la ira, la tristeza y la desesperación.


Según Moix y Casado (2011) este tipo de dolor debe ser atendido de forma multidisciplinaria por médicos, fisioterapeutas, psicólogos y por supuesto por facilitadores del envejecimiento exitoso.


El dolor crónico “es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial, o descrita en función de tal daño. El dolor crónico es aquel que dura o se repite por espacio de más de 3 meses.” (CIE-11)


Entre el 50 y 80% de las personas mayores de 65 años sufren dolor, el cual, aumenta con la edad y la fragilidad. (Sáez, et. al., 2015). El dolor crónico es más difícil de detectar que el dolor agudo, esto se debe a los cambios fisiológicos naturales por los que atraviesa la persona mayor, así como habituación al dolor.


Sus manifestaciones son: vocalizaciones, quejidos, gritos, muecas, gestos faciales, movimientos corporales anormales, conducta alterada, insomnio y delirium.

Según la OMS y la Clasificación Internacional de enfermedades (CIE-11), el dolor crónico se clasifica en siete grupos:

  • Dolor crónico primario

  • Dolor crónico por cáncer

  • Dolor crónico postquirúrgico o postraumático

  • Dolor crónico neuropático

  • Dolor orofacial y cefalea

  • Dolor visceral crónico

  • Dolor crónico musculoesquelético


El dolor crónico primario, se caracteriza por tensión emocional, enojo, frustración o animo deprimido, también se puede presentar una discapacidad funcional, es decir, que interfiere con las actividades de la vida diaria. También pertenecen a este grupo el dolor crónico pélvico, las cefaleas primarias y el síndrome de colon irritable.





TIPOS DE DOLOR, según Díaz (2005)


A. Según su duración

  • Agudo: es intenso con duración específica.

  • Crónico, se prologa en el tiempo tiene una carga psicológica.

B. Según su patogenia

  • Neuropatico, sucede en el sistema nervioso central o vía nerviosas periféricas, es punzante y quemante.

  • Nocioceptivo: somático y visceral.

  • Psicógeno: tiene una enorme carga del ambiente psicosocial.

C. Según la localización

  • Somático: Ocurre en piel, aparato músculo esquelético, vasos, entre otros, puede ser por quemadura, contusión, infección  (Smith, 2021). Puede ser punzante e irradia hacia nervios.

  • Visceral: Puede ser cólico, es continuo, profundo, se irradia a una zona diferente del dolor.

D. Según el curso

  • Continuo: Es permanente y no desaparece.

  • Irruptivo: Dolor que aparece de forma súbita y transitoria, es intenso y de corta duración, sobre un dolor persistente estable. (Martínez, et. al. 2012).

E. Según la intensidad

  • Leve: No interfiere con actividades cotidianas.

  • Moderado: Interfiere con las actividades cotidianas.

  • Severo: Impide el descanso.

F. Según factores pronósticos de control del dolor

  • Dolor que no responde a la analgesia habitual.

G. Según la farmacología.

  • Por su respuesta a los opiáceos.


Las personas mayores de 65 años sufren de dolor crónico, su prevalencia aumenta en personas ingresadas en residencias.


El tratamiento inadecuado tiene consecuencias no solo para el adulto mayor sino para la familia.

Las personas mayores sufren en su mayoría, “dolores en la espalda, columna, piernas (rodillas, cadera) y otras articulaciones, causado por artrosis, lumbalgias crónicas.” (Sáez, et. al., 2015)


Las consecuencias del dolor son: Depresión, ansiedad, desnutrición, deterioro cognitivo, alteraciones en el ciclo sueño-vigilia, alteraciones funcionales, disminución de la socialización y actividades de ocio, puede presentarse polifarmacia y pérdida de la calidad de vida. (de Andrés, Acuña, Olivares, 2014; Sáez, et. al 2015).


Según de Andrés, Acuña, Olivares , (2014); así como, Franco y Lucas, (2001) en el tratamiento del dolor se deben incluir, ejercicios como: caminar, gimnasia, natación, Tai- Chi. Actividades como: costura, cestería, grupos de conversación, música, cine, entre otras.

Estos favorecen la disminución del dolor, estimulan la función motora y mejoran la calidad de vida.


En el caso de personas que han caído en cama, es necesaria la rehabilitación, la estimulación y la distracción, para ello es necesario elaborar protocolos semanales que se adaptan a cada paciente (Idem), llevar un registro de su avance y modificar el protocolo.


ESTRATEGIA DE INTERVENCION


Esta estrategia de intervención esta enfocada en coadyuvar al mejoramiento del dolor

crónico, de ninguna manera remplaza la valoración de los especialistas.


1. Anamnesis

2. Observación y exploración física

3. Programa de intervención


1. Anamnesis:


En esta, además de los datos clínicos, es necesario recolectar datos relativos al dolor, tales

como, intensidad, frecuencia, duración. Es importante tomar en cuenta las circunstancias en que se presenta el dolor, y si tiene alguna relación con personas conocidas y/o

desconocidas, así como, identificar, que refuerza el dolor, tales como, no querer hacer cosas o llamar la atención.


2. Observación y exploración física:


- Observar el tipo de respiración, el cual, puede ser superficial, entre cortada o

retenida.

- Observar si hay cambio de postura cuando se presenta el dolor, o bien, si a raíz del

dolor se mantiene una postura incorrecta.

- Cuando hay dolor se tiende a contraer los músculos, lo cual puede provocar

contracturas.

- Registrar la intensidad, frecuencia, duración.

- Revisar que la ropa de cama, de vestir, accesorios y/o equipo ortopédico, no

generen, ni mantengan el dolor.


3. Programa de intervención:


Este se realizara en cuatro etapas:

I. Educación

II. Técnicas de respiración y relajación

III. Registro

IV. Inclusión de la familia


Etapa I. Educación

Se diseñará un programa educativo que comprenda los siguientes temas: el dolor y su

relación con el miedo, aceptación y habituación, impacto del dolor en la vida de la persona,

importancia de la respiración y relajación, importancia de los hábitos saludables.


Etapa II. Técnica: Respiración y relajación

Explicar, ejecutar, supervisar e instalar ambas técnicas en el adulto mayor haciendo énfasis

en la utilidad que tienen en el control del dolor.


Etapa III. Registro

Llevar un registro adecuado de control del dolor, considerando la frecuencia, la intensidad,

y la duración, que permita observar diversos parámetros, así como, medir los avances que

tiendan a la disminución del dolor.


Etapa IV. Inclusión de la familia

La familia juega un papel importante en la vida del adulto mayor, incluirla permite mejorar su calidad de vida, así como tranquilidad a la familia. Es posible hacer una que incluya los siguientes temas: Dolor, resiliencia, depresión, importancia de la actividad física, socialización, comunicación de emociones, registro de actividad física, generación de redes de apoyo.


En conclusión, el dolor crónico tiene un origen somático y/o psicosocial, la intervención

inadecuada del mismo puede llevar al adulto mayor a la disfuncionalidad. Elaborar un

programa de intervención no farmacológico, coadyuva al tratamiento farmacológico,

proporcionando al adulto mayor y a la familia tranquilidad certeza sobre el manejo del

dolor.



Referencias:

de Andrés, Acuña, Olivares , (2014) Dolor en el paciente de la tercera edad. En: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-pdf- S0716864014700896

CIE-11



Díaz (2005) Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico. En:


Franco y Lucas (2001) Características del dolor crónico en el anciano.


Martínez, et. al. (2012) Tratamiento del dolor irruptivo.


Moix y Casado (2011) Terapia psicológica para el tratamiento del dolor crónico. Clínica y Salud. Vol. 22 no. 1 Madrid, marzo 2011


Sáez, et. al., (2015) Valoración del dolor en el anciano. Rev. Soc. Esp. Dolor. 22 (6) 271-

274


Smith, (2021) ¿Cuál es el dolor nocioceptivo? En: https://www.news-




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