La expectativa de vida actual, se ha incrementado significativamente en comparación a épocas pasadas, por ejemplo, en la Grecia clásica, Roma Clásica o edad media, la expectativa de vida giraba alrededor de los 30 años de vida (Ardila, 2012). Fue hasta la segunda mitad del siglo XX, que se inicio a dar los primeros hitos en relación al envejecimiento, alcanzando y sobrepasando los 60 años. Teniendo hoy en día, la esperanza de vivir, 20 o 30 años más a partir de le sexta década de vida .
Este incremento generalizado en la esperanza de vida, ha permitido, que se estudie y caracterice los diferentes patrones de envejecimiento, señalando, mínimamente dos: un patrón de envejecimiento normal y otro patológico. Desde el punto de vista de la neuropsicología, hay mucho interés en estudiar, los cambios cognitivos que se presenta a medida ganamos años.
Siendo muy representativo durante el envejecimiento normal, cambios en el rendimiento de procesos como la atención y memoria, incluyendo sub-modalidades de los mismos.
En el aspecto atencional, pueden haber cambios en modalidades de atención alternante y dividida, aspectos importantes, para realizar más de una tarea a la vez. Por tal motivo, es muy probable, que el adulto mayor, prefiere hacer y terminar una tarea antes de iniciar otra. Otro aspecto característico, está relacionado al dominio de memoria, consistiendo las quejas en memoria el principal motivo de consulta en aspectos cognitivos durante la tercera edad. La memoria declarativa es aquella que almacena información con base a recuerdo que podemos narrar y expresar con el uso de las palabras, clasificando esta modalidad en dos tipos. Llamando memoria semántica, aquella en la que almacenamos los nombres con los que nombramos las personas, animales y cosas, consistiendo en un "diccionario del cerebro"; y la segunda, llamada memoria episódica, almacenado información con base a anécdotas personales, con una especial relación con el tiempo y lugar donde ocurrieron.
El primer beso, los recuerdos de la infancia, de la boda de los primos etc. Son ejemplos de memoria episódica. La cual durante el envejecimiento normal, puede presentar algunas dificultades para evocar cierta información, en especial si esta es muy específica y no se utiliza tan a menudo en el diario vivir. Sin embargo, con el tiempo necesario y las pistas adecuadas, pueden recuperar la información deseada. Es importante resaltar que ninguno de los cambios ocurridos en este patrón de envejecimiento, tendrían porque limitar la independencia del adulto mayor, pese a estos cambios, el tendría que ser capaz de realizar sus actividades básicas como comer, vestir, bañarse, hasta actividades instrumentales y avanzadas más complejas como manejar su dinero, administrar su pensión, salir de compras, comunicar sus ideas de forma clara, congregarse en su grupo de fé, hacer activismo etc.
El segundo patrón de envejecimiento, llamado envejecimiento patológico, es aquel en donde se engloban una serie de diagnósticos a nivel cognitivo, incluyendo aquí, el Deterioro Cognitivo Leve (DCL) Y Trastorno Neurocognitivo Mayor (TNM), mejor conocido como "Demencia". Lo característico en este patrón, es una pérdida progresiva de las facultades cognitivas, que pueden iniciar con quejas de memoria, encaminándose hasta la perdida de la independencia, y necesidad de un cuidador. Ambos diagnósticos pueden ser infra-diagnosticados, es decir que llegan a pasar desapercibidos o sin tenerles la importancia necesaria en atención primaria en salud, por pensar que "es parte normal de la edad". Es importante considerar las características más relevantes de
cada uno de estos diagnósticos.
Iniciando por el DCL, este padecimiento es considerado como "una área gris"; del envejecimiento.
Es decir, que si existe un rendimiento cognitivo por debajo de lo esperado para la edad y nivel de escolarizada, que se ha podido objetivar con una prueba neuropsicológica estandarizada, pero los déficits no son tan graves para causar dependencia, sin embargo, pueden generar que el adulto mayor tenga que esforzarse más para hacer sus tareas cotidianas.
En tanto al TNM, al igual que en el DCL, hay un rendimiento cognitivo por debajo de los esperados para su edad y nivel de escolaridad, pero en este caso, los déficits son tan severos que causan incapacidad e independencia en la persona mayor. En ambos casos, es necesario tomar con toda seriedad las quejas cognitivas del adulto mayor, dado que ameritan una evaluación, diagnostico, pronóstico y tratamiento. Al no facilitárselo, caería en la tipificación de negligencia y maltrato.
Ayudemos a vivir con dignidad a nuestros adultos mayores, propiciándoles los cuidados y derechos que abonen a una vejez digna.
Referencias Bibliográficas.
“Neuropsicología del envejecimiento normal” A. Ardila 2012 Rev. Neuropsicología,
Neuropsiquiatría y Neurociencias.
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